AL AGUA PATOS Y SIN MIRAR PA´TRAS!

Es normal que muchos estén refunfuñando por todo lo que hemos atravesado desde el marzo del 2020. Yo la verdad es que lo he vivido intensamente y las circunstancias a veces difíciles y apretadas de estos meses me llevaron a vivir una aventura maravillosa porque decidí abrir una puerta que siempre me atraía, pero no me atrevía a empujar; una puerta que siempre se veía llena de carteles, notas interesantes, colores, sonidos, olores. Detrás de ella siempre se podían escuchar conversaciones enriquecedoras, divertidas, retadoras. Detrás de esa puerta se reunían personajes importantes, algunos famosos, varios muy preparados, otros especializados en temas muy puntuales y uno que otro charlatán.

Tomé impulso y corrí hacia la puerta y sintiéndome un poco como Alicia en el País de las Maravillas la empujé con toda mi fuerza y terminé metida en un universo nuevo que me permitía crear esa realidad que yo había medianamente dimensionado. 

Empecé mi proceso de estudio y aprendizaje sobre Crecimiento y Desarrollo Humano así como lo hacen los “Turistas Espirituales” (perdón por la referencia pero me causa gracia) que van del timbo al tambo pasando de la Kabalah al Budismo terminando en Emaus tratando de encontrar un guía. En ese plan de buscar aquí y allá me encontré varias veces con mi palabra favorita: FELICIDAD. 

Felicidad no era precisamente lo que estaba viviendo con mi vida profesional. Llevaba mas de 25 años metida de cabeza en el mundo del marketing y los eventos y estaba agotada de crear, inventar, cotizar, coordinar proveedores, manejar las altas expectativas de los clientes, producir y entregar resultados. Y a este estado se sumó la llegada del famoso bicho que me obligó a cerrar las puertas de mi negocio. Pero ¿Cómo carajo hace uno para saltar de ese barco después de tanto tiempo? ¿Si esa era mi zona de confort que sentido tenía arriesgarme con 47 añitos de vida y una empresa propia con más de 9 años de productiva existencia? Pues así, ¡Como los valientes!  ¡Al agua patos y sin mirar pa´ tras!

Así que estudié con maestros increíbles que me llevaron a redefinir mis creencias (porque tenemos un montón de creencias que no son nuestras, son de otros y adoptamos como propias), establecí mi nueva visión, me senté sin prisa y con calma y establecí mis propósitos y con esto claro redacté una estrategia exigente y realista. 

Así nació MIND BLOWING RESET o MBR, como las iniciales de mi nombre. Una herramienta mía, única. Una formula propia para que todo aquel que quiera asumir con responsabilidad y compromiso el ser feliz y pleno la aprenda y la ponga en marcha.

Ya algunos se le han medido y me encanta saber que hoy también son inmensamente felices y que tienen muy claro el destino al cual quieren llegar y la ruta que van a transitar para lograr ir del punto A al B. 

Entonces ¿Se le mide a vivir esta experiencia? 

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